buscando en silencio alguna razón
planchando prolijo el alma ajada
zurciendo retazos de su corazón
Lo vi repasar la vida en un segundo
lo vi preguntar por Graciela después
lo vi renacer del ardor más profundo
lo vi ser mendigo, ser parte y ser juez
Lo vi a Cachito en paz, solitario
con pantalón claro y saco marrón
velando las horas sin ganas ni horario
sirviéndole a Carmen la vuelta de ron
Lo vi cuestionando a Dios y a su tino
lo vi susurrando aquella canción
lo vi haciendo cuentas con un tal "Destino"
lo vi perdonando, porque ese es su don.