Y fueron apareciendo entre las cosas
Sin apuro, sin aviso, sin remedio
Coqueteando con la angustia, con el tedio
Concibiendo en la panza mariposas.
Y fueron las alarmas mas silenciosas
Que activaron los recuerdos en el predio
Condenando la lujuria al asedio
Colocándole al deseo las esposas.
Y fueron pintarrajeando los rincones
Inundando de perfume las almohadas
Descorchando los tannat y las pasiones.
Y fueron estas esquelas arraigadas
Que calmaron el insomnio con canciones
Que parecen ser escritas por las hadas.
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