Graciela y
Jorge, padres de Matías, son como familia para los Carbonaro.
La calidad y
claridad mental de Matías es la herencia inteligente de Graciela, niña, madre,
amiga y digna señora.
De Jorge la
esencia de vivir compartiendo, la simpatía, las picardías, el amigo espontaneo
que no mide en lo material y siempre respeta los viejos códigos.
Cuando vimos
nacer en Matías un intelectual y a la manera antigua (amor por lo que lo rodea,
desorden para lo que crea) aparece aquello de que “lo que se hereda no se
roba”.
El nacer en
este lugar nos da ventaja y Matías tiene nuestras ventajas, sino pregúntense…
¿En este libro como puede redactar hablándole a cosas que no tienen voz?
Y ellas
contestan: La mansa, reina que le habla a todo el que llega. La Pastora, barrio
que cuenta el pasado, el presente y su gente que dejó futuro en cada familia,
homenaje ausente a reparar. La Gorriti, muy cerquita, no es una isla, es una
imagen. La escuela 5, fábrica de mujeres y hombres, orgullo, estilo. Ningún
adjetivo alcanzaba hasta que leí: “Las sonrisas se tornan eternas”. San Rafael,
uno de los tantos barrios, pero ¿Es distinto? ¿Fue distinto? Creo que fue el
más distinguido, el mas señoral, si será bien nacido, amplio y exquisito que
recibe y alberga tanto verde, trofeos, vino, amigos y calor humano de anfitrión
que piensa en la sociedad, en los afectos y defiende el pasado y su identidad,
junto a las mansiones más antiguas, barrio que supo unir a los clientes más
famosos con las familias que brindaron la calidad del servicio.
Estamos en
presencia de un joven intelectual, que posee valores que no se compran, se
podrán pulir, mejorar y hasta materializar en el día a día pero no se compran.
Agradecemos
a la vida ver como un joven interpreta un pasado sin haberlo vivido, ello es
consecuencia de un lugar mágico con hombres y mujeres que fundaron una forma de
vivir en sociedad.
Agradecemos
ver nacer y escuchar intelectuales como Matías que llegan al mundo para
transmitir desde su pensamiento un enfoque distinto al común de una sociedad
que se repite en lugares comunes y a veces olvida hablarle a “La rambla y Los
sargos”.
Ángel Pablo
Carbonaro.
No hay comentarios:
Publicar un comentario