Si alguien la ve, que le diga,
que en este cuerpo el recuerdo es alegría,
que el amor me ha colmado en demasía,
que fui un niño, hoy un niño en rebeldía,
que no resigno ni un solo segundo
a la mujer de mi vida.
Si alguien la ve, que le diga,
que esta lucha fue la prueba elegida
que nosotros nos pusimos sin salida,
que el destino, de reojo, hoy nos mira
que sabe, que no voy a dejar ir
a la mujer de mi vida.
Si alguien la ve, que le diga,
que he fallado y he vivido de utopías,
que me veo en un pasado egoísta,
que el compañero que ella quiso no existía,
que el compañero despertó y desea
a la compañera de su vida.
Si alguien la ve, que le diga,
que los proyectos me reclaman, me acarician,
que las noches me recuerdan su sonrisa,
que su cuerpo me tortura, me erotiza,
que sus manos y su alma me hacen extrañar
a la mujer de mi vida.
Si alguien la ve, ¡que le diga!
que fue todo, mi amante y mi amiga,
que la amo como nunca amé en la vida,
que la espero, sin apuros, sin mentiras,
que fue, es y será siempre
la mujer de mi vida.
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