El santo no es santo,
no confía ni agradece,
no arriesga, no merece,
no se exige ni estremece.
El santo no es claro,
no responde ni averigua,
no aparece, no atestigua,
no espera ni santigua.
El santo no es justo,
no atiende ni reacciona,
no recuerda, no perdona,
no comprende ni razona.
El santo Distancia no es Sebastián.
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