jueves, 21 de octubre de 2010

NI ELLA TAN LOCA, NI ÉL TAN SANTO (soneto)

La más loca de las locas preguntó
al mas santo de los santos su versión
sobre el cuento que alguien ciego le contó
de un paseo de domingo y diversión.

El más santo de los santos contestó
que no existe ciego con mala intención
capaz de no ver e inventar lo que vio
capaz de mentir y buscar reacción.

La más santa de las locas confiará
cuando entienda que su loco ya colgó
los zapatos de bailanta y de galán.

El mas loco de los santos doblegó
las apuestas y se sienta en el diván
a soñar con la belleza que ligó.

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